12 de octubre de 2010

Cierre de campaña

Se acerca el final de la temporada 2010 de la LPGA, la cual ha arrojado a 17 campeonas. Esta situación había sido ajena al circuito desde hace algunos años, pues de 2003 a 2008 fueron Lorena Ochoa y Annika Sörenstam quienes dominaron ampliamente el golf femenil.


En 2009 alguien más llamó la atención en la gira, la surcoreana Jiyai Shin, quien no sólo se llevó los honores como Novata del Año, sino que también se quedó a un punto de arrebatarle el premio Jugadora del Año a Ochoa, situación que se definió en el último torneo de dicha campaña.

Aunque algunas jugadoras ya habían mostrado que no sólo tenían ganas sino talento para hacerse de un lugar entre las mejores, pero Shin fue la primera que puso a temblar el reinado de Lorena, quien a su vez había desbancado a Annika en 2007.

Con el retiro de ambas, la LPGA se quedó sin líder, pero pronto salió a flote la gran diversidad con la que cuenta, y que va desde Michelle Wie y Paula Creamer, campeonas este año y favoritas de los caballeros por su apariencia física; pasando por Yani Tseng, Jiyai Shin y Ai Miyazato, jóvenes asiáticas con mucha personalidad y enorme talento, hasta llegar a Cristie Kerr, veterana estadounidense que ya ha probado la gloria de ser la mejor del mundo.

A la campaña le restan seis eventos, por lo que de octubre a diciembre habrá que definir los tres galardones de mayor prestigio en la LPGA, los cuales son disputados por más de una:

Jugadora del Año: Yani Tseng, Ai Miyazato, Cristie Kerr, Na Yeon Choi, Jiyai Shin y Suzann Pettersen. 
Vare Trophy (score promedio más bajo): Na Yeon Choi, Cristie Kerr y Suzann Pettersen.
Money List: Jiyai Shin, Na Yeon Choi, Yani Tseng, Ai Miyazato, Cristie Kerr y Suzann Pettersen, todas con más de 1.3 millones de dólares en 2010.

Tras el retiro de Ochoa, se creía que el tour entraría en crisis; sin embargo, todo apunta hacia una nueva era, la cual ha sido aceptada de excelente manera por los aficionados, pues al parecer, tener más de una opción le ha dado a cada evento emoción más que incertidumbre.

1 de octubre de 2010

A la guerra sin fusil

Hoy comenzó la Ryder Cup, si es que se le puede llamar a esto un inicio de torneo. Y es que la lluvia ha azotado Celtic Manor de forma tal que los golfistas de ambas escuadras sólo disputaron un par de hoyos antes de volver a la casa club. No obstante, lo que realmente llamó a atención fue la "inundación" del equipo estadounidense.


El capitán de la escuadra de "las barras y las estrellas", Corey Pavin pidió a la empresa Sun Mountain que se encargara de la ropa para lluvia de sus jugadores. Durante las rondas de práctica, algunos de ellos se quejaron de la calidad de las prendas, pero no hubo cambios al respecto.

Hoy, la intensidad de la lluvia sacó a flote los verdaderos problemas de los productos de Sun Mountain: no repelen el agua como debería, incluso la filtran, lo que provoca que los golfistas se mojen y que la ropa pese. Para buena fortuna de los estadounidenses, la cantidad de precipitación fue tal, que el juego en Celtic Manor tuvo que suspenderse, dándoles tiempo de poner en práctica un "plan B".

De acuerdo con Julius Mason, de la PGA de América, "algunos oficiales fueron al stand donde venden productos oficiales de la Ryder Cup y adquirieron tantos trajes para para lluvia como pudieron", evidentemente de otra marca y que, irónicamente, es la misma que está usando la escuadra europea: ProQuip.

Los primeros detalles de esta situación los reportaron Jason Sobel (ESPN) y Sean Martin (Golfweek), a través de Twitter. Mientras tanto, Steve DiMeglio (USA Today), aseguró por el mismo medio que las bolsas del equipo estadounidense no son a prueba de agua, por lo que los guantes, toallas y equipo dentro de ellas está empapado.

Todo parece indicar que los golfistas no volverán a ver actividad hoy, ya que la lluvia no ha cesado; lo cual podría provocar que el desenlace del evento se lleve a cabo el lunes, algo que jamás ha sucedido.