Vuelve a rugir

Tiger Woods habló por primera vez en una conferencia de prensa y, aunque ya había dado la cara, no todos los medios habían tenido la oportunidad de cuestionarlo de manera directa, pues el mejor golfista del mundo sólo concedió dos entrevistas, la primera a Golf Channel, y la segunda a ESPN. No obstante, ayer atendió a todos los demás en el marco del Masters de Augusta.

La conferencia de prensa duró poco más de 30 minutos.

Alrededor de 40 mil espectadores se dieron cita en el Augusta National para seguir de cerca la primera ronda de práctica de Woods. La cantidad de gente era tal que parecía que se estaba celebrando un día de juego oficial, lo cual reafirmó que Tiger sigue haciendo lo que nadie más puede lograr. Por si fuera poco, los fans lo recibieron con calidez.

A diferencia de su comportamiento en Australia, donde desdeñó a sus seguidores de manera explícita, el estadounidense hizo gala de su clase y trató, en la medida de lo posible, de atenderlos como se merecen. Sus compañeros de aventura fueron Fred Couples, uno de los veteranos de gira, y en el hoyo 13 se les unió Jim Furyk para completar una pasada de 18 hoyos.

Acto seguido Woods se dirigió a la sala de prensa donde habló con los medios. Las preguntas fueron precisas y sin rodeos, algo que se veía venir y que Tiger tomó de buena manera. Habló sobre su comportamiento, sobre sus objetivos a corto plazo y de lo mucho que sufrió al darse cuenta del daño que había causado. La única vez que respondió con un "es personal, gracias" sucedió cuando se le preguntó sobre el tipo de rehabilitación y tratamiento que seguía.

Aunque gran parte de los cuestionamientos trajeron contestaciones obvias o que ya se habían aclarado, cuando se le preguntó si Elin y los niños estarían presentes para apoyarlo se limitó a decir "no, Elin no viene"; lo cual dejó claro que los problemas matrimoniales siguen siendo fuertes.

En cuanto a patrocinadores, es un hecho que hará hasta lo imposible por recuperar el terreno perdido y así volver a ser la figura a seguir de chicos y grandes.

Ahora, lo único que queda pendiente es ver si Tiger está en forma para vestir, por quinta ocasión, la chaqueta verde y volver al nivel al que está acostumbrado, pues en la cuestión mediática seguirá siendo un fenómeno.