Sörenstam inició su pasada por el hoyo 10 con un birdie, score que repitió 7 veces de manera consecutiva, lo que la catapultó a conseguir un acumulado de 8 abajo de par en 8 hoyos jugados.
Aunque en el 18 llegó su primer par, Annika volvería a encontrarse con los número rojos en el 1, y multiplicaría los birdies en los hoyos 2, 3, y 4, lo cual ponía su score en 60.
A partir de ese momento tendría cinco oportunidades para convertirse en la mujer con el puntaje más bajo en la historia. Del 5 al 7 no pudo conseguir su cometido, pero en el 8 embocó el decimotercer 'pajarito' de su pasada, para llegar a 59 impactos. En el 9 tuvo la oportunidad de irse a 58, pero en cambio tiró par.
La hazaña de Sörenstam fue aún más especial porque ese día compartió grupo con su hermana Charlotta.
Hoy, la ex número uno del mundo recordó aquel récord en su blog: "Ese día me gané el apodo 'Mrs. 59' y el 59 se convirtió en mi número de la suerte. Mi vida ha cambiado mucho desde ese momento y es un recuerdo que añoraré por siempre".
Su concentración en el campo, los más de 70 torneos ganados a nivel mundial y las docenas de reconocimientos la sitúan como un referente del golf, e incluso hay quienes la consideran la mejor de todos los tiempos.
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